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¿Es Normal que Duela una
Prótesis de Cadera?

Tengo dolor tras una cirugía de prótesis de cadera ¿Debo preocuparme?

No es normal que duela una prótesis de cadera. Esta es la respuesta. Puede haber en algunos casos o los primeros meses, una cierta rigidez por las mañanas o tras los periodos de descanso, pero pasado este tiempo no debe haber dolor.

Algunos pacientes experimentan molestias en la zona de la ingle tras la prótesis de cadera durante varios meses después de la cirugía, o molestias con los primeros pasos o en frío que no van a más. La rigidez que sienta un paciente con prótesis tras el descanso no debe ser diferente de otras articulaciones no operadas del paciente y puede no tener una relación directa con la prótesis, puede estar relacionada con otros factores, como el estado de la columna, condición física, estado circulatorio, procesos artrósicos generalizados, procesos reumáticos o inflamatorios.

Es normal que la prótesis de cadera duela durante el proceso de cicatrización, fijación de la prótesis y adaptación. Si esas molestias no mejoran con el paso de los meses han de investigarse las causas posibles, de la propia cadera o de fuera, que puedan dar dolor referido.

Una prótesis de cadera es un procedimiento exitoso para quitar los dolores del paciente y mejorar su calidad de vida. Por lo tanto, no debemos resignarnos al dolor tras una intervención de prótesis de cadera y asumirlo como parte normal tras un proceso quirúrgico como si fuera una ‘secuela’ de por vida.

Un reducido porcentaje de pacientes podría no obtener los resultados óptimos deseados, pero aquí debemos analizar el estado físico del paciente, de la columna, rodillas u otros problemas que influyan en su agilidad, autonomía o capacidad, pues la prótesis no debe suponer una merma o una secuela, todo lo contrario.

Entonces, ¿Por qué duele una prótesis de cadera?

Los motivos por los que duele una prótesis de cadera son variados.

  1. Por estar cicatrizando la herida tras la cirugía
  2. Dolor referido de otras articulaciones que están mal
  3. Mala fijación de la prótesis
  4. Cicatrices de cirugías previas de cadera
  5. Caderas rígidas
  6. Displasia de cadera
  7. Infección bacteriana

Por estar cicatrizando la herida tras la cirugía, por fuera y por dentro.

Dolor referido de otras articulaciones que están mal, columna, rodillas, etc.

Mala fijación de la prótesis o durante el proceso de fijación o incorporación al hueso, los primeros 2-3 meses. Por esto es importante usar las muletas unas semanas, para quitar peso al hueso y favorecer este proceso natural biológico y no comprometer la fijación por cuestiones de imagen o marketing.

Cicatrices de cirugías previas de cadera

Caderas rígidas o con pobre movilidad previa que necesitan mucha rehabilitación y reacondicionamiento físico durante meses.

Displasia de cadera que condiciona falta de movilidad y musculatura que el paciente ha arrastrado durante años o secuelas de daño de músculos o de tejidos o daño del algún nervio durante las operaciones de displasia (osteotomías del fémur o del acetábulo o alargamiento de tendones)

Infección bacteriana. Normalmente son infecciones llamadas de bajo grado de agresividad. Son prótesis que nunca evolucionan bien del todo, están bien colocadas en las radiografías, cicatrizaron correctamente, pero el paciente siempre tuvo una molestia, resquemor, cansancio u otras molestias que se justifican como que falta rehabilitación, el paciente no se esfuerza u otras explicaciones sin fundamento.

En estos casos muchas veces es difícil establecer el diagnóstico porque los análisis de sangre salen normales o casi normales y conseguir una muestra de líquido para cultivo de la cadera es difícil salvo que el cirujano maneje el ecógrafo. En caso contrario hay que hacerlo en quirófano, bajo control de rayos-x. Además, el cultivo puede salir falsamente negativo si el laboratorio no está especializado, mantiene los cultivos casi dos semanas, en medios de enriquecimiento o se tarda en cultivar las muestras desde el momento de la extracción, con lo que se pierden algunos tipos de bacterias de crecimiento lento y difícil y al final parece que no hay infección, pero si la hay (cultivos falsamente negativos).

Diagnóstico de una prótesis de cadera dolorosa o infectada.

El diagnóstico de una prótesis dolorosa o infectada de cadera es muy complejo, a veces, pero, en la mayoría de las situaciones; si se saben identificar los signos y síntomas que el paciente nos refiere, puede resultar mucho más sencillo de lo que parece.

En las primeras fases, tras la cirugía, es relativamente normal un cierto dolor de la ingle o de la zona de la cicatriz por la cicatrización de los tejidos y porque el paciente ha de progresar con las pautas de rehabilitación.

También pueden aparecer dolores lumbares, del muslo o de la rodilla, por caminar defendiéndose, o apoyando mal o por compensación muscular.

Pasados dos o tres meses, si persiste el dolor puede deberse a una mala fijación de la prótesis, a un daño o inflamación de los tejidos blandos (bursitis, trocanteritis, roce de un tendón o una estructura…) o ser un dolor referido desde la columna, la pelvis, la rodilla o porque otras articulaciones están mal.

En algunos casos, se trata de cirugías de revisión de prótesis de cadera; es decir, el paciente ha sufrido ya varias intervenciones y quedan cicatrices dolorosas, daño residual de los tejidos, secuelas de fracturas del hueso, irritación de los nervios, que pueden condicionar dolor, cojera o inestabilidad que no pueden ser totalmente corregidas, pero si minimizadas con el criterio y superespecialización necesarios para reducir al mínimo dichas secuelas.

También, a veces, se trata de casos complejos de prótesis de cadera por deformidades del pacientecasos que han sido considerados “sin solución” y  el mejor resultado no es una cadera perfecta pero hay que explicar cuáles son las expectativas reales con la operación.

El superespecialista ha de conocer las técnicas y principios de reconstrucción y las opciones técnicas disponibles para realizar estas cirugías complejas, largas, difíciles y no exentas de complicaciones, con las máximas garantías.

En los casos muy graves o difíciles, con caderas rígidas  o displasias y prótesis de cadera (la cabeza del fémur está fuera de su posición natural y la forma de la articulación no es normal) o enfermedades inflamatorias la recuperación puede ser mucho más lenta, porque la articulación lleva años sin funcionar normalmente.

En muchos casos, el origen del dolor está en una infección bacteriana tras la cirugía de cadera que generalmente no provoca supuración ni enrojecimiento, sólo dolor que puede persistir aún en reposo. Estas son las infecciones de bajo grado de agresividad.

Te recomendamos el artículo sobre la infección de prótesis total de cadera y el de las dificultades diagnósticas, dentro de esta web.

Dolor de una prótesis de cadera asociado a una infección.

La mayoría de los casos complejos descritos anteriormente de cuadros de dolor de una prótesis de cadera son poco frecuentes, salvo uno.

En general, las prótesis de cadera duelen porque se infectan con bacterias. Normalmente provocan sólo un dolor sordo, no muy grave, en la cadera, que suele ser independiente de los esfuerzos. Es decir, duele también en reposo.

En muchos casos se ha producido una infección de la prótesis de cadera tras la operación, pero ésta es difícil de diagnosticar porque no da fiebre ni supuración ni enrojecimiento de la herida.

El diagnóstico es complejo y, en una minoría de los casos, se hace por signos indirectos sin poder llegar a identificar el microorganismo de forma fiable.

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, conseguimos identificar el microorganismo (bacteria) que lo ha provocado (si se toman los cultivos bien y el laboratorio está especializado y hace los cultivos correctamente, en medios enriquecidos y los mantiene más de una semana, que es cuando empiezan a crecer este tipo de bacterias especializadas).

La diferencia entre un buen y un mal diagnóstico está en trabajar con Equipos Multidisciplinares especializados también en microbiología e infecciones.

Trabajar coordinados para abordar el problema de forma conjunta y en ser superespecialista para saber sospecharla, detectarla y tratarla con las mayores posibilidades de éxito y las menores complicaciones posibles en prótesis de cadera.

Pero, sobre todo, no se resigne.

Como hemos dicho, no es normal que duela su prótesis de cadera.

Acuda a su especialista o cirujano. Las cirugías de prótesis de cadera son procedimientos exitosos que se realizan para mejorar la calidad de vida del paciente.

No debe conformarse o asociar ese dolor a una consecuencia de la cirugía, trascurrido el tiempo razonable y normal de recuperación postquirúrgico.

VÍDEO ¿ES NORMAL QUE DUELA UNA PRÓTESIS DE CADERA?

VÍDEO ¿QUÉ TIPO DE VIDA PUEDO HACER TRAS UNA PRÓTESIS DE CADERA?

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