Cuando la Prótesis no es
la Adecuada para el Paciente.
Cuando la Prótesis no es la Adecuada para el Paciente. Autora: Sonia.
Creo que es importante que los pacientes y sus familiares se informen adecuadamente cuando tras una intervención de prótesis de rodilla el paciente no mejora. Siempre hay una razón.
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La prótesis de rodilla
no era la adecuada.
Mi madre, Beatriz Rodríguez, tiene 70 años y artrosis. Ha sido la enfermedad la que la llevó a tener que ponerse una prótesis total de rodilla porque los dolores que sufría a diario, incluso a la hora de dormir, eran insoportables y la enfermedad le impedía llevar una vida normal.
Durante nueve meses estuvo esperando con relativa ilusión a que llegara el día en que la operasen y así aliviar los dolores que el desgaste de rodilla la hacía padecer. Lo que iba a ser una mejora en su calidad de vida se convirtió en un dolor físico constante y un trastorno psicológico importante.
Los siete días que estuvo en el hospital fueron largos, los calmantes no paliaban los dolores y no dormía nada, aunque consiguió doblar la articulación lo esperado, por lo que la dieron el alta. A los quince días tuvimos que llamar al médico de guardia porque la rodilla estaba ardiendo y no dejaba de doler. El tratamiento fue con antibióticos, ya que padecía infección. Comenzó la rehabilitación y al mes la dieron el alta ya que, aunque no consiguió andar, seguía doblando perfectamente la rodilla. Pasaban los meses, persistían los dolores y mi madre no conseguía caminar. El médico traumatólogo nos comentaba que todo estaba bien, que había que dar tiempo a este tipo de operaciones.
En busca de una segunda opinión
Pero yo no me quedé tranquila. Me puse a buscar una segunda opinión en Internet, somos de Burgos y pensé que, aunque tuviéramos que desplazarnos, merecía la pena. Mi madre, además de no caminar, psicológicamente se encontraba muy afectada. El hecho de no poder desplazarse sin apoyos y sin una causa aparente, la hacía sentirse responsable.
Fue así como encontré al Dr. Villanueva y se lo comenté a mis familiares. Fuimos a su consulta para ver si era capaz de darnos una respuesta al por qué mi madre no era capaz de andar. Y así fue, nos dio un diagnóstico: tenía un problema de inestabilidad, la prótesis no era la adecuada para ella, y la única solución era sustituirla por una que le diera estabilidad, una que al implantarla no dependiera de los ligamentos.
La decisión era fácil para mí, tenía que operarse, pero ella tenía pánico a volver a pasar por un postoperatorio como el anterior. Tardó tres meses en decidirse, pero el dolor no daba tregua, y llamamos al Dr. Villanueva. En quince días fue operada de nuevo. Se sustituyó la prótesis por otra que le proporcionaría estabilidad.
El postoperatorio fue algo totalmente distinto al de la primera experiencia quirúrgica. No tuvo apenas dolores, con los calmantes que la proporcionaron fue suficiente para aliviar las molestias y podía dormir perfectamente. Se levantó a los dos días de la intervención y doblaba y apoyaba la pierna sin problemas. Al cuarto día de ingreso recibió el alta, salió del hospital sin apenas tener que tomar calmantes y con una expresión en la cara que lo decía todo. Esta vez parecía haber salido todo bien. Tras diez meses de dolores desde la primera intervención, mi madre dejo de sufrir.
Ahora, después de tres meses desde la segunda intervención, mi madre ha dejado totalmente las muletas, camina sin dolor y ha conseguido recuperar el ánimo. Creo que es importante que los pacientes y sus familiares se informen adecuadamente cuando tras una intervención de prótesis de rodilla el paciente no mejora. Siempre hay una razón.
