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Síndrome de Estrés
Tibial Medial.

¿Qué es el Síndrome de
Estrés Tibial Medial?

El síndrome de estrés tibial es un cuadro provocado por sobreuso que afecta, generalmente, a atletas que soportan peso.

El síndrome de estrés tibial medial (nombre actual de un cuadro clínico que incluye la conocida periostitis) ocurre en el 6% al 16% de todas las lesiones de corredores y, en grupos seleccionados, alcanza hasta el 50%  de las lesiones de la pierna, como entre los militares.

Las dos entidades pueden, en ocasiones, coexistir.

Un 40-60% de los corredores aficionados que participan en pruebas de larga distancia tendrán lesiones cada año relacionadas con su actividad. Los factores de predicción son correr más de 65 km o de 40 millas semanales y haber tenido lesiones previas.

La mayoría de estas alteraciones de periositis y síndrome de estrés tibial medial del se tratan de forma conservadora, pero no todas.

Los errores de entrenamiento causan la mayoría de las lesiones traumatológicas de los corredores,  pero otros como las alteraciones biomecánicas, la insuficiencia muscular, el genu varo o valgo contribuyen en casi la mitad de las lesiones de los corredores.

Causas del síndrome de estrés tibial medial.

Distinguimos las siguientes causas predisponentes del síndrome de estrés tibial medial

  • periostitis de la tibia
  • hiperpronación,
  • elevado índice de masa corporal,
  • sexo femenino,
  • exceso de rotación interna o externa de la cadera,
  • exceso de flexión plantar,
  • corredores con pie plano (talón en valgo y caída del escafoides, con escaso arco plantar),
  • corredores en asfalto, o
  • deportistas que aumentan de forma brusca la intensidad del ejercicio sin la progresión adecuada.

El elevado índice de masa corporal se ha asociado también a una recuperación más lenta. Otros factores postulados son los cambios bruscos en la intensidad del ejercicio o en su duración, los terrenos irregulares. Todo esto haría que el soleo trabajase más para resistir la pronación excesiva.

Entre sus causas figura la periostitis de la tibia debido a sobrecargas de repetición, tendinopatías por exceso de tracción del flexor profundo o el soleo sobre el periostio de la zona posteromedial de la tibia, reacciones de estrés de la tibia y disfunción del tibial posterior, tibial anterior y soleo.

El síndrome de estrés tibial medial y las fracturas de estrés podría representar una reacción ante una sobrecarga ósea continúa con un desbalance entre la formación y la resorción de hueso que resulta en una sobrecarga de la cortical tibial medial.

Fracturas-de-Estrés-de-la-Extremidad-Inferior.-Síndrome-de-estrés-tibial

Causas Vasculares
– Síndrome de atrapamiento de la arteria poplítea
– Aneurisma poplíteo o disección arterial periférica
– Endarteritis fibrosa (gte arteria iliaca externa)
– Enfermedad quística de la adventicia
– Claudicación intermitente
– Trombosis venosa

Por el Hueso / Periostio
– Fractura de estrés de la tibia o peroné
– Síndrome de estrés medial tibial-Periostitis
– Enfermedad metabólica ósea

Músculo / tendón
– Lesiones musculares
– Tendinopatías
– Síndrome compartimental crónico

Atrapamiento nervioso
– Neuropatía periférica
– Radiculopatía lumbar

Infección
– Osteomielitis

Neoplasias
– Músculo o hueso

Tratamiento del Síndrome de Estrés Tibial Medial y Periostitis.

El tratamiento del síndrome de estrés tibial depende del riesgo de fractura completa.

Las fracturas de estrés de la tibia posteromedial y del peroné son de bajo riesgo y pueden tratarse de forma conservadora: hielo, ortesis, reposo, magnetoterapia, reposo y suplementos de calcio.

La inyección repetida de células madre percutáneas, en el foco de fractura, se considera una indicación demostrada que acelera la curación de las fracturas de la tibia o los retardos de consolidación de fracturas, pero se suele restringir a estos últimos casos, salvo en deportistas de élite.

Al cabo de 6-8 semanas, la fractura puede estar resuelta y el deportista puede iniciar su actividad deportiva de menos a más.

Respecto al tratamiento de la periostitis, los estudios prospectivos randomizados han demostrado que el simple reposo es comparable a la aplicación de hielo, fármacos antiinflamatorios, la terapia física con estiramientos y musculación, las ortesis para corregir la hiperpronación y la modificación del tipo de actividad.

Se aconseja modificar las actividades y combinar deportes de no impacto, como la bici o correr en agua.

El uso de pantorrilleras semirrígidas de neopreno o similares puede prevenir el síndrome de estrés tibial medial pero su valor real no está establecido.

Otras medidas novedosas incluyen el uso de ondas de choque extracorporeas o plasma rico en plaquetas, que podrían acelerar la recuperación. Generalmente este cuadro es tolerado y los atletas no han de renunciar a su práctica deportiva.

Si se resuelven los síntomas la vuelta al entrenamiento ha de ser muy progresiva (10% a 25% cada 6 semanas).

Cirugía del Síndrome de Estrés Tibial Medial.

El tratamiento quirúrgico del síndrome de estrés tibial y la periostitis incluye la liberación del compartimento posterior profundo, del anillo sóleo y la apertura y resección de una banda del periostio posteromedial de la tibia.

Los resultados son buenos o excelentes en el 70% de los casos pero entre los casos operados la mitad no alcanzan su nivel previo de actividad o competición.

Ninguna medida de prevención tiene, en el momento actual, soporte científico.

Síndrome de estrés tibial y periostitis qué es, causas y tratamiento

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