¿Qué son los Deportes de Riesgo?.

Los deportes de riesgo son aquellos que presentan un peligro real o aparente para la integridad física de quienes lo practican, incluso un riesgo vital.

Pueden ser deportes realizados en condiciones difíciles o extremas o, simplemente, actividades de ocio cuyos riesgos no pueden ser controlados totalmente por una preparación técnica o física por extraordinaria que sea esta.

Artículo verificado por el especialista en traumatología Dr. Villanueva.

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Uno de los elementos que podrían definirlos, entre otros, es la búsqueda de inyecciones de adrenalina por parte del deportista.

Los deportes de riesgo son, también, sinónimo de creatividad, pasión y experimentación, una búsqueda de nuevas emociones, del más difícil todavía, de inyecciones extra de adrenalina, que no se consiguen con la práctica de otros deportes habituales de menor riesgo. También son sinónimo de riesgo para la salud o la integridad física, incluso para la vida. Entre las condiciones que los definen como una práctica deportiva extrema, hay dos elementos que suelen ser los más frecuentes: la velocidad y la altitud, pero no son los únicos.

La lista es interminable, algunos son clásicos aunque por ello no solemos identificarlos como deportes de riesgo, otros, los más novedosos pueden parecer auténticas locuras, no deportes.

Lo cierto es que pueden practicarse por tierra, hielo o nieve: 

    • bici de montaña,
    • esquí fuera de pista o sitios inexplorados vírgenes de alas montañas-heliesquí-,
    • esquí con parapente o “snowkitting”,
    • skateboarding,
    • espeleología,
    • descenso de barrancos o cañones,
    • escalada libre,
    • alpinismo,
    • parkour- algo parecido a una gimnasia rítmica callejera consiste en que los practicantes van de un lado a otro de la ciudad de la forma más rápida posible, saltando o columpiándose de paramentos urbanos, cuál gibones en la selva, y que exige un grado de entrenamiento físico excepcional,
    • escalada en hielo,
    • fórmula 1 u otras carreras de coches o motos,
    • boxeo, kickboxing…
    • surf con tiburones como en Durban, Sudáfrica, o en Australia,
    • kayak,
    • buceo, sobre todo en cuevas,
    • rafting…)
    • ala delta,
    • paracaidismo, desde un punto base, un edificio…o un avión,
    • puenting,
    • vuelo libre con alas o “wingfly”, que le costó la vida a Álvaro Bultó aunque le cuesta la vida a varios deportistas cada año.

Una de las razones de su práctica, como hemos dicho anteriormente, es la búsqueda de emociones, el factor más atractivo de interés de la gente por los deportes extremos. La adrenalina, la intensidad es lo que los diferencia de cualquier otro tipo de deportes, pero no es el único.

Sin duda, detrás de ellos existe un gen que nos hace buscar nuestros límites o una torpe necesidad de diferenciarnos, de autoafirmación. Por ello, la lista es infinita pues la imaginación humana lo es y cada año surge alguna variante nueva.

¿Quién puede realizar deportes de riesgo?.

Evidentemente, los deportes de riesgo no son para todo el mundo.

En primer lugar, para realizar la mayoría de este tipo de deportes son necesarios unos requisitos previos técnicos y físicos, años de entrenamiento en una disciplina e ir progresando en el nivel de dificultad.

Estos requisitos para practicar deportes de riesgo van mucho más allá del clásico chequeo médico para conocer nuestro estado de salud, aunque este sigue siendo necesario. Mas necesario aún será si tenemos sobrepeso o alguna enfermedad del corazón, debido a la intensa carga de adrenalina y carga emocional que poseen. Las personas con problemas físicos conocidos, de columna, extremidades o con hipertensión o con riesgo cardiovascular deben evitarlos.

Para otros deportes o actividades de riesgo, sin embargo, sólo hace falta “estar un poco o muy loco”, firmar un consentimiento y lanzarte a hacerlos: rafting, puenting, bautismos de buceo….

Aunque para muchos se requiere mucha fuerza, resistencia y destreza, años de entrenamiento, esto no es suficiente para eliminar el peligro, por lo que estos deportes han llenado los cementerios de “héroes anónimos” o “vidas malgastadas”.

Como se interpreta esto depende de cada uno. Igual que en la moda de los deportes de ultrarresistencia se repiten mantras como: no hay límites, en estos muchas personas te dirían que llevar una vida más normal es “estar muerto en vida”. Como médicos hemos de buscar explicaciones algo más científicas.

Hoy sabemos que el gen OPRL1 regula el miedo y del estrés postraumático por lo que, científicamente podríamos explicar por qué unos individuos tienen mayor predisposición a la búsqueda de límites o parecen no aprender de episodios traumáticos previos (véase un motociclista profesional, como Marc Marquez, o un conductor de F1 como Fernando Alonso, correr normalmente tras haber estado a punto de morir un día o una semana antes), mientras que otros serían propensos a desarrollar enfermedades psiquiátricas por cualquier episodio traumático.

¿Quién puede practicar deportes de riesgo?

¿Qué deporte de riesgo recomendaría a alguien que quiere realizarlos por primera vez?.

Igual que al viajar cumplimos sueños que, a veces sólo están en nuestra imaginación, los deportes de riesgo implican impulsos o atracciones difíciles de regular.

Si nos decidimos por alguno, lo mejor es iniciarse en su práctica de la mano de profesionales experimentados que nos aconsejen. Ellos pueden determinar si estamos aptos o no para su práctica o qué actividad se ajusta más a nuestras condiciones físicas y expectativas.

El límite entre deporte de riesgo y suicidio puede estar en años de preparación física y técnica.
Imaginemos, por citar algunas, la diferencia entre un “bautismo” guiado por un monitor o un entrenamiento progresivo para iniciarnos en escalada, buceo, ascensión en hielo o travesías en hielo o de alta montaña, esquí fuera de pista, ala delta.

Algunas de estas prácticas exigen control y entrenamiento desde pequeños y son casi exclusivas de gente muy joven, otras son propias de personas de edad media, con años de desarrollo técnico y experiencia o cada vez más comunes entre profesionales destacados o altos ejecutivos que buscan experiencias más exigentes, a la altura de su ritmo de vida.

Aunque lo más frecuente, en las sociedades desarrolladas, en edades medias son los deportes de ultrarresistencia: carreras de ultrafondo, ultratrails, km vertical, triatlón, travesías, ironman, ultraman… los deportes de riesgo suponen un escalón más en la búsqueda de emociones o en la necesidad de diferenciarse de los demás, siempre han estado ahí, lo que ha cambiado es la innumerable variedad de estos surgidos en las últimas décadas.

El boxeo o la escalada libre, el alpinismo son ejemplos que aún están entre los 10 deportes de riesgo más peligrosos.

En su opinión ¿Cuál es el deporte de mas riesgo?.

Todos los deportes de riesgo, como su propio nombre indica, tienen sus probabilidades de riesgo o accidente, vital o no, aunque si se analizan los porcentajes y se comparan con los riesgos de, por ejemplo, conducir, encontraremos justificaciones para defender su práctica.

Es muy difícil elaborar clasificaciones de este tipo, pero los que cuentan con más accidentes son, entre los que se practican en el aire, el ala delta, los saltos de paracaidismo de estilo libre, el buceo entre los del mar (el buceo en cuevas dispara las tasas de muerte entre los buceadores y cada año fallecen 10 personas por esta actividad) o el alpinismo.

Como en todo hay categorías de riesgo, dificultad y especialización.

El ala delta (1 muerte cada 550 vuelos), el salto base (1 muerte cada 2300 saltos, 200 personas en los últimos 30 años) o el parapente. Dicen los alpinistas que “la cima es sólo la mitad de la escalada”. Esta frase célebre podría explicar por qué a alguien se le ocurrió acortar la bajada, tras coronar la cima de las montañas.

El paracaidismo causa una muerte cada 75000 saltos.  La escalada libre o integral, subir sin anclajes uno solo. Tiene una tasa de 1 cada 27000 ascensos.

Como en todo hay niveles entre disfrutar a tope o perder la vida y no poder contarlo. El rápido número 9 del rafting del rio Zambeze, junto a las cataratas Victoria, se llama “Suicidio comercial”. Generalmente te hacen bajar y se pasa la lancha por tierra.

Pero nuestra flamante campeona Maialen Chourraut podría descenderlo, en muchas fases del año, en kayak sin arriesgar su vida, su capacitación técnica y física hace que lo que para otros sería un riesgo para ella no lo sea tanto. Sin embargo el rafting o el descenso de rápidos en canoa, en aguas blancas, con rápidos grado 5 o superior es una de las actividades con mayor mortalidad entre los deportes de riesgo.

Surf y Kitesurf. La búsqueda de las olas más grandes (“towsurf”) y en condiciones extremas de viento o tormentas se asocia a porcentajes mayores de mortalidad. Como vemos la mayor capacitación de algunos deportistas es un impulso a buscar nuevos límites y les acerca, pese a su preparación física y técnica extraordinaria, a riesgos mayores.

Si comparamos las tasas de muerte en deportes de montaña, en escaladas normales es de 1 de cada 1750. Estas cifras superan con mucho la mortalidad por accidentes de tráfico, pero aquellas superan holgadamente a muchos deportes considerados de riesgo.

Entre los expedicionarios en Nepal, “himalayistas”, sin duda elegidos técnica y físicamente, algunas fuentes calculan en 1 de cada 170, sin duda la altitud y la dificultad, los límites de la misma actividad marcan un porcentaje mucho mayor de muertes. Se calcula que cada año mueren en la alta montaña más de 40 personas.

Como en cada actividad la búsqueda del riesgo conlleva el encuentro de la tragedia. Bucear en cuevas dispara la tasa de mortalidad entre los buceadores.

Los 10 deportes de mas riesgo

Cuanto más dramático más bello.

Incontables son los libros sobre grandes expedicionarios. Las montañas son, en mi opinión, las reinas de este mundo de elegidos o de locos.

De cada 6 intentos de escalar el Everest una persona fallece por hipotermia, edema de pulmón, ceguera por quemaduras corneales, congelación o neumonía. Pero si se busca el límite dentro del límite siempre puede ser peor.

El Annapurna, el primer ochomil, sobre todo su cara sur, tiene una mortalidad de casi el 40%. Es decir que por cada dos ascensiones de éxito una vida se malogra en el intento. El K2 y el Nanga Parbat le siguen de cerca.

Entender la motivación de aquellos que, sabiendo estas cifras, intentan subir a estas montañas es imposible.

Personalmente me quedo con la frase de Anatoli Boukreev, héroe de la tragedia del Everest 1996, fallecido en la cara sur del Annapurna un año más tarde: “Las montañas no son estadios donde satisfacer mi ambición de logros, son las catedrales donde practicar mi religión”.

Deportes de riesgo. ¿Qué peligro tienen para la salud?.

El riesgo vital, el riesgo de lesión física son los inmediatos. Desde el riesgo de perder un brazo por la mordedura de un tiburón, como la campeona Bethany Hamilton, de tener demencia por los golpes como el gran Ali, hasta el riesgo de perder la vida como tantos y tantos montañeros, practicantes de ala delta o de buceo en cuevas.

Muchos de los riesgos para la salud de los deportistas de riesgo vienen asociados a la altitud del lugar donde se desarrolla la actividad, a las condiciones extremas.

¿Qué son los deportes de riesgo

La disminución de oxígeno, debido a la menor altitud, puede ser el mayor problema al que tiene que enfrentare el organismo si no está habituado, o aun estándolo, pero el frío u otras condiciones extremas pueden dañar la resistencia del más fuerte y experimentado, como atestiguarían los pies de nuestro Juan Oyarzabal o Edurne Pasaban. Este hándicap obliga al cuerpo a realizar un sobreesfuerzo que puede pagarse si no nos encontramos en la forma física adecuada, con arritmias, síncopes, accidentes cardiovasculares, amputación de dedos o extremidades y hasta la muerte súbita.

La única medida de seguridad absoluta posible es evitar la práctica de deportes que te lleven al extremo.

Si, pese a todo, estás decidido a hacerlo el consejo es ir progresando en tu deporte, que te guíen expertos que hayan estado en mil batallas y asumir riesgos de forma progresiva. Esto podría darnos una oportunidad de encontrar nuestro límite o un equilibrio entre la necesidad de desafíos, adrenalina y las restricciones que nos marque nuestra condición física o el gen OPRL-1.

Beneficios de los deportes de riesgo para quienes lo practican.

Los beneficios directos para las personas que practican deportes de riesgo son de recompensa personal. Hablamos de adrenalina, de elevación de neurotransmisores, de emoción al extremo, pero también de algo genético, probablemente de gente con un punto de locura o de brillo, para otros de estupidez, que no se puede explicar todavía científicamente.

Determinar si estos individuos son igual de extremos o brillantes en otras áreas vitales o profesionales o si son verdaderos inadaptados es una pregunta que sigue sin respuesta científica, lo cual alimenta el romanticismo y la literatura.

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