Fractura de Estrés del Sacro
de la Cadera.
¿Qué es la fractura de estrés
del sacro?
Consiste en una fisura o fractura pequeña en el hueso sacro, que es la parte triangular en la base de la columna vertebral que articula esta con la pelvis. El hueso sacro está formado por varias vertebras fusionadas.
Esta lesión se desarrolla gradualmente debido a la acumulación de estrés repetitivo (impactos o fuerzas de tensión, tracción o cizallamiento) en el sacro, lo que puede debilitar gradualmente el hueso y provocar la fractura, como en triatletas, corredores de fondo u otras disciplinas. Aunque menos común que otras fracturas por estrés, como las del pie o la tibia, la fractura del sacro puede ser igualmente debilitante y de lenta recuperación.
La fractura por estrés del sacro es una lesión poco común, pero invalidante y de lenta curación, que puede afectar a atletas y personas activas, especialmente aquellas involucradas en deportes de alto impacto o actividades que implican movimientos repetitivos.
La fractura de estrés del sacro se asocia con deportes de alta exigencia, como el triatlón, las carreras de fondo o en pacientes con problemas de osteoporosis.
La hipersensibilidad del hueso es el hallazgo clínico más frecuente en las fracturas de estrés del sacro y de la sínfisis púbica. Ocasionalmente puede existir enrojecimiento, edema o engrosamiento perióstico en la zona de fractura. En pacientes que no son deportistas puede haber, en las edades medias, signos de esclerosis en la sínfisis del pubis, pero no alteraciones en la articulación sacroilíaca, asociación que se ha visto ligada a los casos con fracturas de estrés.
¿Por qué se produce la fractura de estrés del sacro?
Como hemos dicho, las fracturas de estrés sacro y sínfisis púbica son relativamente comunes en deportistas. Son más frecuentes entre las mujeres militares pero no se ha visto esta mayor proporción en otras actividades atléticas.
El triatlón es, desde Sidney 2000, un deporte olímpico. Esta disciplina predispone a las fracturas de estrés del sacro. En general estas fracturas se asocian con alteraciones de la articulación sacroilíaca. Ocurren, sobre todo, en corredores de fondo, triatletas, jugadores de fútbol y de baloncesto.
El sobreesfuerzo de entrenar y completar triatlones, o su máxima expresión, la prueba de Ironman, lleva al límite de la resistencia nuestro organismo y nos predispone a sufrir fracturas de estrés.
Clínica o síntomas de la fractura de estrés del sacro de la cadera.
El cuadro clínico de estrés del sacro y de la sínfisis púbica es de dolor insidioso relacionado con la actividad física que puede referirse al glúteo, simular un cuadro ciático o una simple sobrecarga muscular.
Los pacientes con lesiones de estrés del sacro indican los síntomas siguientes:
– dolor en la zona glútea o lumbar baja
– ciática,
– dolor inguinal o una combinación de los mismos.
-también pueden quejarse de dolor de espalda
El cuadro puede ser anodino y sólo tener hipersensibilidad con la palpación o con el esfuerzo físico.
Si el paciente continúa con dicha actividad, puede empeorar y el dolor aparece con el reposo o con actividades poco exigentes.
Causas y factores de riesgo de la fractura por estrés del sacro.
- Deporte de alto impacto: Los deportes que implican correr, saltar o cambios rápidos de dirección pueden aumentar el riesgo de fractura por estrés del sacro. Esto incluye deportes como el atletismo, el fútbol, el baloncesto y el ballet, entre otros.
- Entrenamiento intenso: Un aumento repentino en la intensidad o la duración del entrenamiento puede sobrecargar el sacro, aumentando el riesgo de fractura por estrés.
- Desequilibrios musculares: La debilidad o el desequilibrio en los músculos que rodean el sacro y estabilizan la pelvis pueden contribuir a una mayor tensión en el hueso, predisponiendo a la lesión.
- Osteoporosis – alteraciones del metabolismo óseo: La debilidad ósea debido a la osteoporosis puede aumentar el riesgo de fractura por estrés en cualquier parte del cuerpo, incluido el sacro.
Diagnóstico de la fractura de estres del sacro.
El diagnóstico de las fracturas de estrés del sacro comienza con la sospecha clínica; fundamental al ser un cuadro poco frecuente fuera del ámbito deportivo.
La gammagrafía guarda correlación con la fase de reparación de la lesión, pero no da el diagnóstico ni la localización precisa, para lo cual la prueba de elección puede ser el TAC o escáner.
El diagnóstico diferencial se hará con las causas de dolor de cadera, el síndrome del piramidal o del glúteo profundo u otras causas de irritación del nervio ciático, sacroileítis asociadas o no a enfermedades reumáticas y la fractura de estrés de la sínfisis del pubis o del hueso iliaco.
El diagnóstico de las fracturas de estés del sacro y la sínfisis púbica se realiza con la sospecha clínica más el TAC o escáner y RMN, en ciertos casos. En algunos casos sólo la gammagrafía muestra un aumento de actividad.
Se ha demostrado que los pacientes que tenían lesiones por estrés del pubis, con imágenes radiológicas de esclerosis, erosiones, también tenían alteraciones de la articulación sacroilíaca, erosiones, esclerosis y osteofitos.
Algunos pacientes tenían avulsiones corticales en la inserción del recto interno o gracilis.
Tratamiento de la fractura de estrés del sacro.
El tratamiento de las fracturas de estrés sacro y sínfisis púbica suele ser conservador, lo que incluye reposo, modificaciones en la actividad y terapia física. Dependiendo de la gravedad de la lesión, es posible que se requiera el uso de muletas o dispositivos de soporte para ayudar en la recuperación. Los analgésicos y antiinflamatorios pueden recetarse para controlar el dolor y la inflamación.
La mayoría curarán sin complicaciones en 6-8 semanas y la vuelta a la actividad física dependerá de los síntomas y hallazgos clínicos.
Excepcionlamente, algunas fracturas de estrés tienen elevado riesgo de no curar o tardar mucho en hacerlo de forma espontánea, por lo que está indicada la operación.
La rehabilitación es una parte crucial del proceso de recuperación y puede incluir ejercicios de fortalecimiento muscular, estiramientos y técnicas de corrección de la postura para prevenir futuras lesiones.
La magnetoterapia puede ayudar a acelerar la recuperación de la fractura de estrés del sacro y reducir el dolor.
Se debe descartar (generalmente con unos análisis de sangre suele valer) o tratar cualquier alteración del metabolismo óseo que pudiera haber favorecido el cuadro.
Es importante seguir las recomendaciones del médico y del fisioterapeuta para garantizar una recuperación completa y evitar la recurrencia de la fractura.
En la pelvis esto es una excepción, siendo más frecuente en otras localizaciones como el cuello del fémur, la cortical anterior de la tibia, el escafoides y el segundo y quinto metatarsiano.
Entre tanto el atleta ha de hacer bici, natación, carrera en agua o cualquier actividad que le permita mantener su forma física, sin agravar la lesión. En una fase subaguda de la lesión, el dolor o la molestia guían la actividad física o la vuelta a la misma, mas que la evolución de la fractura en las pruebas de imagen.
Prevención de la fractura de estrés del sacro.
En la prevención de la fractura de estrés del sacro de la cadera serán importantes:
- la identificación de factores de riesgo en la pisada,
- diferencias de longitud de las piernas,
- evitar el sobreentrenamiento,
- prevenir el déficit de calcio y vitamina D,
- es importante hacer un análisis general que incluya marcadores de metabolismo óseo,
- corregir problemas de columna
Para prevenir esta lesión es importante:
- Variar la actividad: Alternar entre diferentes tipos de ejercicio y actividades deportivas puede ayudar a distribuir la carga de trabajo y reducir el estrés en el sacro.
- Entrenamiento cruzado: Combinar ejercicios de fuerza, flexibilidad y acondicionamiento cardiovascular puede ayudar a mejorar el rendimiento atlético y reducir el riesgo de lesiones por sobreuso.
- Fortalecimiento muscular: Incorporar ejercicios específicos para fortalecer los músculos abdominales, lumbares y de la pelvis puede ayudar a estabilizar el área del sacro y prevenir lesiones.
- Descanso y recuperación: Permitir suficiente tiempo para el descanso y la recuperación entre sesiones de entrenamiento es fundamental para permitir que el cuerpo se repare y se adapte al estrés del ejercicio.
- Algunas fracturas de estrés del sacro se producen después de periodos de reposo prolongado (por descanso, vacaciones o una lesión). En la nueva fase de readaptación al ejercicio hay periodos de formación de hueso, pero sin la remodelación adecuada y, en estas fases, son más propensos a las fracturas de estrés. Por eso se aconseja realizar periodos o fases, por semanas, de incremento de la actividad, tras una lesión o un reposo prolongado, y otras de menos actividad, para permitir los fenómenos biológicos de adaptación y remodelación ósea.
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